Este verano he vivido muchas emociones, al paso del tiempo, poco aún ya que estamos a septiembre, lo recuerdo como algo casi lejano, marco cierta distancia para centrarme en el presente que, sin duda, también es muy potente en cuanto a emociones, agotador por no decir extenuante, a veces los ánimos aflojan pero cada mañana reconozco mi suerte en algún momento y la miro a las ojos para recoger unas gotas energizantes que me renuevan cada día. En esas estoy y noto que más positiva cada día.
Os presento una de las obras que hice antes de precipitarme en todo lo que os he comentado.
Para mí ya decía mucho, es un espíritu que me importa y conozco hace años, por ahora me acompaña siempre y espero que siga así por muchos tiempo.
Nunca se sabe, la naturaleza es curiosa.
