"Nos miraban tan directamente que me sentía obligada a responderles, pero me era imposible mantenerles la mirada, si quería protegerles. Quizá la mentira se desvanezca un día, cuando crezcan, en un golpe mucho mayor."
En un formato bastante diferente al que uso normalmente realicé dos obras.
Este formato condiciona lo expresado, sobretodo porque no reparte el peso de la misma forma, así, si es figurativo o abstracto, lo representado tiene que compensar con color y formas el peso óptico que cae sobre un lado desde el otro.
En este caso aproveché esta fuerza para remarcar la carga psicológica de la oscuridad. Las fustas de color que rodean a estas tres hermanas, aumentan la agresividad que ya de por sí distribuye el formato. Las niñas mantienen expresiones que nos transportan a la tranquilidad obligada que se intenta transmitir a los niños, aunque como personajes que están tan presentes como los adultos, observan igualmente, aunque con un ojo crítico de otra manera. Las miradas de las niñas mayores son diferentes a la de la más pequeña, que nos mira con cara de felicidad e ignorancia infantil.