
Las mujeres que esperan para bailar, codician la suerte de las otras, que ya están en píe dando saltitos acompañadas por los vecinos más amables, o ya directamente, bailando con dulces pretendientes, que muestran su simpatía más que nunca lo harán en un futuro.
Algunas se pierden en su aburrimiento, otras tienen conversaciones lejos de la acción, creando un subgrupo de rebeldes a la música, al llamamiento trival de las relaciones amorosas., la guerra de las pasiones contra la paz de la espera silenciosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario